El par por excelencia de nuestros looks de invierno irrumpe en la moda nupcial como alternativa cool y rompedora para novias que buscan pisar con fuerza en su boda.
La primera vez que una mujer imagina cómo será su look de novia, puede que el vestido, el ramo, el velo o las joyas, desfilen de una forma más o menos clara por su cabeza y los zapatos queden relegados a otro plano a favor de estos ingredientes de estilo. Es más, en el momento que se activa la búsqueda y captura del calzado, pocas son las que idealizan un atuendo de novia y a sus pies, unas botas. Pues son tendencia y muy cañeras. Abriéndose paso, nunca mejor dicho, entre salones clásicos, zapatos de colores, sandalias con plataforma o alpargatas, el par por excelencia de nuestros looks de invierno irrumpe en la moda nupcial como alternativa cool y rompedora para novias que buscan pisar fuerza en su boda.
Las referencias son escasas, pero no por ello reveladoras. Para los diferentes festejos en torno a sus nupcias en junio de 2019, Carlota Casiraghi, escogió tres vestidos de diferentes estilos. En el segundo, una creación voluminosa de escote palabra de honor de Chanel, optó por unos botines metalizados para completar su maravillosa puesta de escena cuál diva de Hollywood. Entre las celebs patrias, la actriz Candela Serrat, mismo mes y año que la royal, dio el ‘sí quiero’ al también actor Daniel Muriel ataviada con un vestido de tul y botas de estética disco a media caña.
Más fácil es darte un paseo virtual por Instagram y como escaparate vivo de las grandes tendencias que pululan en el sector, toparnos con un porrón de novias que escogieron las botas como calzado para su boda y de paso, se convirtieron en virales en su día.
No concebido, al menos a priori, como parte del armario de la novia, este calzado cerrado ha ido ganando terreno entre las menos clásicas, especialmente entre las fashionistas amantes de la corriente cowboy o de perfil bohemio. Las novias country, del centro y el oeste de Estados Unidos, nos dirían que estamos llegando tarde a la tendencia, ellas llevan años casándose con sus botas vaqueras auténticas, pero es para este otoño de 2022 cuando se perfilan como nuevas aliadas para mujeres poco convencionales.
Si esa idea ronda por tu cabeza y estás más o menos convencida de que llevarás botas el día de tu boda, el corte, el largo y el tipo de vestido en general, es clave, piensa que si usas botines, se tienen que ver. Modelos mini, de bajo asimétrico, con aberturas en la falda o cualquier otro recurso que garantice que tu calzado será protagonista tanto o más que el atuendo de nupcial en sí. Las de estética ranchcore no son las únicas. Cualquier par puede ser apto para poner el broche de oro. De inspiración sixty, sencillas y muy minimal, fabricadas en piel, charol o revestidas de ante, brillantes y metálicas, tipo joya repletas de pedrería… El límite solo lo pones tú.
Además del efecto rompedor y cañero, las botas se antojan como el calzado idóneo para enlaces que se vayan a celebrar en entornos rurales, industriales o de campo. Más estables y cómodas que unos salones de aguja, podrás aguantar con ellas desde el principio de la ceremonia hasta el fin de fiesta con la garantía de no cometer ningún tropiezo. Larga vida a las botas.
Fuente: TITANIA COMPAÑÍA EDITORIAL, S.L.